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RELATO DE EXPERIENCIAS / STORY OF EXPERIENCES
Meléndez–De la Cruz J. y col.
Sistematización del Proyecto de Responsabilidad Social:
“Animación Sociocultural y Escuela Saludable en una Comunidad Étnica”
Rev enferm Herediana. 2019; 12:39-44
INTRODUCCIÓN
Como parte de la centralización socioeconómica
y la disparidad en cuanto al acceso a servicios que
cumplan con estándares de calidad en sectores como la
salud y la educación en nuestro país, desde la década
de 1990 tiene asiento en Lima la Primera Comunidad
Nativa Urbana del Perú, denominación otorgada en
base a lo estipulado por los Criterios de la Organización
Internacional del Trabajo en el Convenio N° 169 sobre
Pueblos Indígenas y Tribales: La Comunidad Indígena
Shipibo – Konibo de Cantagallo, Comunidad que
decidió migrar a la capital en busca de oportunidades
de prosperidad económica y de crecimiento académico
– formativo, como parte de la adopción y la generación
de mayores alternativas para la mejora de su calidad
de vida.
A lo largo de los años, la población ha desplegado
diferentes iniciativas y movimientos en aras de su
manutención y desarrollo, sin sacricar a cambio
su diversidad patrimonial, sus costumbres y sus
expresiones culturales; de este modo, el arte shipibo
– konibo ha cobrado un rol relevante al suponer una
fuente sostenible de ingresos económicos y un medio
de difusión de su cultura en Lima (1).
Por otro lado, en lo concerniente a nuestro proyecto,
la promoción de la salud se ocupa de la adquisición
y la aplicación de las estrategias pertinentes para la
optimización de las determinantes sociales de la salud.
Es un mecanismo primordial para el fomento de las
habilidades personales que conlleven a cambios de
comportamientos relacionados con la salud y al
desarrollo de estilos de vidas saludables y sostenibles
(2). Promover la salud es fundamental para el logro de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por lo
cual, el Proyecto se basó en la Iniciativa de Escuelas
Promotoras de Salud como parte de las estrategias
mundiales que están fortaleciendo la educación y
la difusión de conocimientos relevantes en el área,
de ese modo, la Comunidad es un ente activo que
aprende, trabaja, juega y convive. La Organización
Panamericana de la Salud (OPS), considera que
la promoción de la salud escolar tiene tres áreas
principales: la educación para la salud, la creación
de entornos saludables y la provisión de servicios de
salud (3, 4).
Por su parte, la animación sociocultural es concebida
como un “conjunto de técnicas sociales, basadas en
la pedagogía participativa, que tiene la nalidad de
promover prácticas y actividades voluntarias, con la
participación de la gente. Consiste en el encuentro
de la educación, el arte y la creatividad, mediante el
empoderamiento y la participación social, por tanto,
es una práctica emergente, en una metodología de
acción e intervención social, cultural y educativa que
puede ser aplicada y desarrollada por las diferentes
profesiones que actúan en el marco de acciones
sociales y comunitarias” (5, 6).
La Interculturalidad se basa en las interrelaciones
humanas, en respeto a las diferentes características
culturales y en un vínculo de enriquecimiento y
aprendizaje mutuo. Este enfoque reivindica la
necesidad de desarrollar y fortalecer valores de
solidaridad y respeto, competencias y habilidades de
relación y comprensión de la diversidad (7).
Presentación del caso
El Proyecto de Responsabilidad Social
“Animación sociocultural y escuela saludable en
una comunidad étnica” fue uno de los ganadores del
Fondo Universitario de Responsabilidad Social de la
Universidad Peruana Cayetano Heredia. El proyecto
fue implementado en una Escuela Intercultural
Bilingüe de una Comunidad Shipiba, en el distrito del
Rímac. La comunidad fundó su propia escuela a nivel
inicial y primario en el año 2006, en la cual participan
niños shipibos migrantes y shipibos limeños. Esta
escuela bilingüe e intercultural es una muestra de
la importancia de la educación y la conservación de
la cultura shipibo - konibo. Actualmente, el Estado
Peruano ha reconocido la existencia de la Comunidad.
En el contexto del proyecto se contaba con un total de
230 estudiantes, entre ellos, el 70% fue constituido
por niños migrantes provenientes de las diferentes
comunidades shipibas de Pucallpa en el oriente del
Perú; y el 30% de niños habían nacido en Lima.
Considerando que la institución educativa
conforma un entorno idóneo para la formación
de hábitos y conductas saludables, no sólo de los
educandos sino, y a través de ellos, también de sus
familias, los niños y niñas pueden convertirse en
agentes de cambio, cuando se apropien de los saberes,
así como al transferir sus conocimientos y prácticas
de salud integral a su familia y comunidad.
La intervención del proyecto de responsabilidad
social tuvo como objetivos: (a) Educar en salud a
través de la animación sociocultural para fortalecer
prácticas saludables, priorizando los ejes de promoción
de la salud: alimentación y nutrición, higiene y