Acta Herediana vol. 64, N° 1, enero 2021 - junio 2021
1 Máster en Derecho Corporativo. Lima, Perú.
En Torno a una FoTograFía
Around a photograph
Carlos Ayala-Gómez
1
A mis padres
C
uando era niño me encendía el
espíritu recorrer los pasillos del Centro
Comercial Camino Real, era para mí un
placer inagotable. De la mano de mi mamá
me detuve una vez frente a una vitrina de una
elegante tienda de joyas del segundo piso, la
fotografía enmarcada de un niño que cargaba
sonriente dos botellas de vino me capturó el
alma, no sabía entonces el porqué.
Antes de continuar la marcha había leído al
pie de la imagen el apellido Cartier, y me hizo
feliz conjeturar que aquel niño de apariencia
modesta le había dado luego nombre a la
fastuosa marca. El recuerdo se instaló en mí.
Los años que siguieron regresar a este lugar fue
siempre visitar esa imagen, la que indemne al
tiempo siguió conmoviéndome, mostrándome
un glorioso instante de vida rescatado para
siempre por la prodigiosa sensibilidad de un
artista.
Muchos años después, antes de mi primera
incursión en Europa, decidí tomar clases de
fotografía sin otra pretensión que no fuera la
de intentar registrar cabalmente cada instante
que luego me tocara contar.
Una de esas mañanas de clase en Miraores,
mientras repasábamos la historia de la
fotografía, el profesor proyectó en la blanca
pared que teníamos al frente la imagen del
niño sonriente llevando consigo las botellas de
vino.
En mis ojos debe haberse leído una emoción
desbordada, escuché entonces que la fotografía
pertenecía a Henri Cartier-Bresson.
Rue Mouetard, 1954. Henri Cartier-Bresson (1908-2004)
Acta Herediana vol. 64, N° 1, enero 2021 - junio 2021
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Descubrí en ese momento que no era el Cartier
de las joyas, labrado así por mi imaginación
sino el Cartier para quien fotograar consistía
en retener el aliento y luego alinear la mente, la
mirada y el corazón y, había añadido también,
que uno sólo debía salir y esperar a que el
mundo le regale algunas imágenes.
Hoy que escribo desde esta fría mañana de
Madrid, advierto que ese niño de ocho años
que algún día fui ya admiraba, sin saberlo, el
gran talento de Cartier-Bresson.
Madrid, febrero 2020.
CorrEspondEnCia
leyente1@hotmail.com
Fecha de recepción: 03-04-2020.
Fecha de aceptación: 05-08-2021
