Acta Herediana vol. 63, N° 2, julio 2020 - diciembre 2020
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que él. Así que sin mucho que pensar, respiró
profundo y avanzó a empujones entre el tu-
multo.
—¡Oye, imbécil, no empujes!, le gritaba la gen-
te.
Con dos botones rotos de la camisa, logró en-
trar a la casa de apuestas.
—100 a Japón, dijo.
—Japón da 6 a 1 si gana, gritaba el dueño del
local.
—Dale 100 nomás.
—Tome su ticket.
El partido comenzó. Una escuadra japonesa
bien ordenada. Con juego limpio, de lo más co-
rrecto que se puede ver. Ningún foul ni caídas
innecesarias. Bélgica se defendía como podía.
Primer gol. Va ganando Japón. José Ignacio
gritaba de emoción.
En la radio, el narrador:
—Yamaguchi, Honda, ¡Kagawa! Saque de
meta. Pitazo. Ha culminado el primer tiempo
de este encuentro Japón-Bélgica. Y vemos a
una escuadra japonesa haciendo lo que quiere
en la cancha con el equipo Belga.
José Ignacio estaba ansioso. ¿Y si le pongo 100
más?, pensaba. No. La suerte es traicionera.
Mejor lo dejo en 100.
Comenzó el segundo tiempo. Japón seguía do-
minando el partido. Los minutos pasaban. Se-
guía 1-0. De pronto, un puntazo directo al arco
puso el 2 a 0 para Japón. Ya iban 30 de los 45
minutos del segundo tiempo.
—2-0 es imposible voltear, pensó José Ignacio.
No lo pensó más. Es mi oportunidad, se dijo. Y
convenciéndose a sí mismo, gritó:
—Ponle 300 más a Japón.
—Ahora está dando 4 a 1. ¿Igual le vas?
—Igual, ponle 300 más.
Y como si los hilos del destino fuesen mane-
jados por seres cuyo afán es mofarse de la
desgracia ajena y regodearse en la miseria hu-
mana, ni bien recibió el ticket de apuesta se es-
cuchó en la radio:
—¡Gol de Bélgica!
—Al menos 2 a 1, el partido está liquidado de
todas formas, se convencía José Ignacio.
Minuto 45 del segundo tiempo. José Ignacio
había salido de la casa de apuestas. Esperaba
afuera, no soportaba el bochorno ni la bulla de
la gente. Y nuevamente gol de Bélgica. Empa-
te.
—¡La puta madre, tiempo suplementario!, gri-
taba José Ignacio.
—¡6 minutos de tiempo adicional!, murmura-
ba la gente en la calle.
No importa, pensaba José Ignacio. En el tiem-
po suplementario ganamos.
Minuto 50 del segundo tiempo, 5 minutos del
tiempo adicional. Gol de Bélgica.
Un intenso escozor invadió el cuerpo de José
Ignacio. Un nudo en la garganta le impidió gri-
tar de rabia. Por su rostro caían lágrimas de ira
y desesperación. Lo había perdido todo. Ya no
tenía nada. ¿Qué diría al llegar a su casa? ¿Qué
iban a comer mañana?
Con la mirada perdida, arrastrando los pies
por la vereda, doblo la esquina de su casa, tocó
la puerta. Nadie respondía. Buscó en su casa-
ca la llave, abrió la puerta. Se tiró al sofá, des-
consolado. Al bajar la mirada vio la prueba de
embarazo de su hija. Ahora la prueba tenía dos
rayitas.
CorrespondenCiA:
Carlos Saussure Figueroa Portilla
csgueroa@pucp.pe
Fecha de recepción: 14-06-2020.
Fecha de aceptación: 07-07-2020.