Acta Herediana vol. 62, N° 1, enero 2019 - junio 2019
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fue reportada recién en 1994, la evidencia
de la existencia de esta enfermedad ha sido
encontrada en las poblaciones del antiguo
Egipto (2500 a C) y ha sido documentada en
las poblaciones americanas antiguas (entre el
300 a C. y el 1500 a C.).
(2-3)
Actualmente se sabe que las causas del
enanismo pueden ser de origen hormonal,
nutricional, por cuadros sindrómicos de muy
baja talla con displasias no óseas, de talla
baja moderada acompañada de anomalías
faciales o genitales, trastornos de depósito,
baja talla por defectos de las extremidades o
por algún tipo de osteocondrodisplasia como
manifestaciones principales.
(4)
El tipo de enanismo más frecuente es el
acondroplásico; y, su incidencia es de
un caso por cada 15,000 a 20,000 recién
nacidos vivos. Los individuos presentan
acortamiento rizomélico de las extremidades,
facies característica con prominencia frontal,
hipoplasia de la mitad de la cara, genu varo
y mano tridente. La acondroplasia es un
trastorno autosómico dominante; la mayoría
de los casos son esporádicos, resultado de
una mutación de novo, una mutación en el
gen del receptor 3 del factor de crecimiento de
broblastos, FGFR3.
(5)
Virginia Miller analizó las fuentes iconográcas
en un contexto histórico real y en un contexto
sobrenatural y manifestó que si bien la
mayoría de las representaciones en los restos
arqueológicos de enanos y otras curiosidades
o rarezas humanas pueden ser ubicadas en
un contexto histórico, muchas de ellas tienen
lugar en un entorno sobrenatural.
(6)
El enanismo sería un fenómeno poco común,
según las fuentes arqueológicas. Sin embargo,
la documentación escrita y la cerámica los
muestra como parte del mundo sobrenatural,
relacionados con diferentes aspectos del
mundo subterráneo y de la regeneración de
las divinidades y la personicación de los
númenes, de allí el hecho de que su compañía
sea tan deseada por los gobernantes.
(6)
Por otra parte, Prager referido por María
Luisa Garde, maniesta que ningún enano
de la cultura maya “fue miembro de la casa
gobernante, porque de lo contrario habría
recibido dicho nombre propio”, ni perteneció a
la élite. Los enanos no sólo están presentes en la
corte, sino que además hacen todo lo necesario
para garantizar el bienestar del gobernante y
su familia; examinan la calidad de los regalos,
participan en el aseo corporal del mandatario
y sirven las comidas o entretienen a este y a
sus invitados en danzas y presentaciones
musicales. Prager, indicaría que estos
individuos “no estuvieron marginados en la
sociedad prehispánica sino que gracias a sus
atributos divinos fueron miembros apreciados
de la corte”.
(7)
Rodríguez y colaboradores
(8)
rerieron que los
estudios de los últimos treinta años dentro de
los campos de la arqueología e iconografía han
demostrado que los individuos acondroplásicos
fueron considerados seres especiales en las
sociedades precolombinas de Mesoamérica y
América del Sur, donde cumplieron un gran
número de funciones en la vida cotidiana,
así como en diferentes ritos asociados con
las divinidades. Entre los antiguos mayas,
trabajaron en la administración del Estado
y los encontramos en el ámbito de la cultura
como artistas, generalmente músicos. Las
personas de talla pequeña podían servir a los
gobernadores y eran sus acompañantes en
diversos actos públicos y religiosos. También se
encuentran representadas en escenas de canto
y baile asociadas a actividades chamánicas
o a los ritos en los que participaban los
gobernadores y los dioses. Por su condición de