1 Médico patólogo. Profesor Emérito. Universidad Peruana Cayetano Heredia.
La Presencia deL Pasado,
La identidad nacionaL en
“El NuEvo INdIo
The Presence of the Past, National Identity in “El Nuevo Indio”
Uriel García cáceres
1
U
n componente básico de la democracia
es la identicación de la mayoría los
miembros de una sociedad con ciertos
rasgos culturales, idiomáticos y ambientales.
Con la globalización de las migraciones, dentro
de un país o del mundo entero, el componente
racial de la identidad gradualmente se va
esfumando.
En 1939, Pablo Neruda, durante su visita al
Perú, le pidió a José Uriel García que fuera su
guía para contemplar Machu Picchu (Figura
1). En esa oportunidad, el brillante poeta
observó con agudeza que en los Andes, más
que en ningún otro lugar de América, existían
graves problemas sociales y económicos ya
señalados por luchadores, como el propio
José Uriel García, en cuyo entorno, dijo: ... se
cargan y se encienden las desesperadas esperanzas
de nuestro destino de americanos libres
(1)
Pero,
esas “desesperanzas”, desde entonces, aún
persisten y en algunas zonas, paradójicamente,
se han incrementado. Las frustras esperanzas
se han distorsionado hasta convertirse en una
caricatura por el avance, casi apocalíptico de la
1 Tomado del discurso pronunciado por Pablo Neruda. en 1946,
cuando José Uriel García fue agasajado por su elección al
Senado de la República.
modernidad, que no da tiempo -o no permite-
un cambio estructural con justicia social y en
el que predomina la masiva transculturación
caótica. Esto parece condicionar el maltrato
diario a los derechos humanos sin que a casi
nadie le importe. Se admira, entre los sectores
más deprimidos de nuestros pueblos, a los
políticos más corruptos igual que a los peores
actores de los programas más perversos de la
televisión. De esta situación se aprovechan los
que medran en los charcos de la corrupción.
Precisamente, esto ocurre por la falta de
identicación cultural de sus habitantes.
Allá, en el Cusco, en las décadas de 1920 y
1930, se produjo un debate sobre los senderos
que conducirían a encontrar los elementos
que cohesionen a las sociedades en comunes
rasgos, como los culturales, las tradiciones
o las creencias. Esto ocurrió dentro de un
ambiente de muy elevada calidad, producto
de un progreso regional sorprendente aunque,
desafortunadamente, muy fugaz ya que
fácilmente se deterioró hacia la década de
1950. Hay que aclarar que dicha evolución no
fue acompañada por justicia social para los
nativos “indios”.
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Es importante recordar la situación de elevación
social, cultural y económica del Cusco de
aquel tiempo, a principios del siglo pasado,
el que se basó en varios factores concurrentes.
Primero, el inicio de la industrialización, con el
establecimiento de fábricas de tejidos lanares
con buena capacidad productiva y superior
calidad o plantas industriales para elaborar
bebidas como cervezas y gaseosas. Luego, la
llegada del ferrocarril inglés, desde el puerto
marítimo de Mollendo, (Figura 2), con el
complemento de una extensión hacia la selva
alta de la región sur amazónica, en Quillabamba
(hoy desaparecido por catástrofes naturales),
que permitió el orecimiento del comercio
de exportación hacia la costa de productos
agrícolas como cacao, café, frutas, comestibles
y la hoja de coca, la que principalmente se
exportaba legalmente a Estados Unidos como
insumo para elaboración de bebidas gaseosas.
Hasta el presente, la bebida denominada
Coca-Cola, por ejemplo, usa como ingrediente
un extracto (libre de cocaína) de hoja de coca
preparado por la empresa Stepan Co. en su
planta industrial en Maywood, Nueva Jersey,
en un proceso monitorizado por la agencia de
control de drogas de ese país: la DEA.
(2)
Este auge trajo como consecuencia la formación
de una conciencia de la defensa de los derechos
laborales en las relaciones obrero patronales,
por lo que aparecieron sindicatos y grupos de
intelectuales, sin muchos vínculos con Lima,
que introdujeron (es verdad tardíamente en
comparación con el resto de América Latina)
como primicia el cultivo de las ideas políticas
y la captación de adeptos en la clase obrera y
estudiantil.
Pero, el mayor cambio fue la reorganización
de una universidad volcada al estudio de la
rica y variada realidad circundante. Esto fue
el resultado de una reforma universitaria,
producto de la revuelta estudiantil ocurrida
en 1909; dicho sea de paso, fue la primera en
la historia de los intentos de mejoramiento de
2 May, Clifford D. “How Coca-Cola Obtains Its Coca”, The New York
Times, July 1, 1988. Accessed April 11, 2008. “A Stepan laboratory
in Maywood, N.J., is the nation’s only legal commercial importer of
coca leaves, which it obtains mainly from Peru and, to a lesser extent,
Bolivia.BesidesproducingthecocaavoringagentsoldtoTheCoca-
Cola Company, Stepan extracts cocaine from the coca leaves, which
it sells to Mallinckrodt Inc., a St. Louis pharmaceutical manufacturer
that is the only company in the United States licensed to purify the
product for medicinal use.” See links for more information.
Figura 1. En Machu Picchu J. Uriel García y
Pablo Neruda (izquierda a derecha, respectiva-
mente). Archivo José Uriel García (JUG).
Figura 2. Un tramo del ferrocarril Mollendo - Cusco en
construcción en el año 1908. Tomado de: Reseña Histórica de
los Ferrocarriles del Perú, Ministerio de Fomento, Cuerpo de
Ingenieros Civiles; Litografía y Tipografía Carlos Fabri, 1908,
pp. 114-115 Los lugareños bautizaron a la locomotora como
“Yanamachu” (Negro Viejo).
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las universidades en toda Latino América
(3)
y estuvo propiciada por una destacada
generación de jóvenes alumnos.
Esa etapa de elevación cultural cusqueña
fue el producto, diríamos “natural”, de
la mencionada reforma universitaria. Esa
reforma fue conducida por un educador
norteamericano, Albert Giesecke, (1883-
1968), quien no tuvo rival en la historia de las
universidades sudamericanas. Cuando fue
contratado, por el gobierno del presidente
Augusto B. Leguía, ese nuevo rector tenía 27
años de edad. La fotografía, tan demostrativa
(Figura 3), muestra al joven rector, el día de
su reconocimiento como nuevo rector de la
antigua Universidad San Antonio Abad de
Cusco. Posiblemente uno de los rectores de
menor edad hasta ahora conocido; pues, era
contemporáneo de muchos de sus alumnos.
3 Diez años antes del famoso “Grito de Córdova”, (1919) de
Argentina, liderado por el socialista Alfredo Palacios.
Una muestra de esa prestigiosa áurea
académica, por ejemplo, se encuentra en
el suplemento dominical de La Prensa, de
Buenos Aires, que en esa etapa fue el ágora
de resonancia de la producción cultural de
Hispanoamérica, ya que la vida académica de
la península ibérica fue avasallada en España
por sucesivas dictaduras. Allí, en La Prensa, de
Buenos Aires, los entonces jóvenes cuzqueños
José Uriel García y Luís E. Valcárcel, entre
otros, el también bisoño, el bonaerense Jorge
Luís Borges, competían con Azorín u Ortega
y Gasset por un espacio para difundir sus
ideas dentro de las prestigiosas páginas del
suplemento dominical de ese diario, con los
trabajos impresos en gran formato, no papel,
bella diagramación e ilustraciones de buena
calidad (Figura 4).
Figura 3. Albert Giesecke nuevo rector y el otro
rector saliente, doctor Eliseo Araujo. La fotografía
es elocuente, mostrando, en el año 1909, la solemne
ceremonia del reconocimiento del joven nuevo rector
acompañado de los hieráticos añosos catedráticos.
Archivo de la PUCP.
Figura 4. Muestra escaneada de la página del
suplemento dominical de La Prensa, de Buenos Aires, del
8 de mayo de 1932. Con un ensayo sociológico sobre “La
India y la Chola” de J. Uriel García. En la misma página
hay un trabajo de Jorge Luis Borges. (Archivo JUG).
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Cuando la modernización de dicha universidad
estuvo madura, producto de esa reforma, la
intelectualidad cusqueña alcanzó prestigio
nacional e internacional. Fue entonces que se
produjo un debate sobre la búsqueda de una
identidad nacional. Hay que poner el necesario
énfasis en la primicia de esa discusión para
no caer en la fácil confusión de posponer los
logros de la escuela cusqueña con algunos
oportunistas que haciendo uso de la publicidad
y del centralismo limeño pretenden ahora
menoscabar la importancia de dicho debate.
Dos universitarios cuzqueños, Luís E. Valcárcel
y José Uriel García, fueron protagonistas
del trascendental debate sobre la identidad
sociocultural. En ese tiempo colaboraban en
prestigiosos medios de comunicación del
Perú y del extranjero, fueron conferencistas
o profesores visitantes en universidades de
las ciudades de mayor prestigio de América.
Dictaron cursos en Santiago de Chile, Buenos
Aires, Montevideo o en capitales de países
centroamericanos.
No se trata aquí de discutir o comentar
cuántos y quiénes escribieron sobre lo que
se conoce como indigenismo. Los llamados
indigenistas son, o han sido, un numeroso
conjunto variopinto, de estudiosos o curiosos
que, hasta ahora, se ocupan del tema; son
los que preconizan, frente a la desgraciada
situación de los nativos, una actitud similar a
la de las sociedades compasivas de protección
de animales o asunto de estudiosos turistas
que, en sus guías de viaje, leen que los incas
fueron conquistados y esclavizados por los
españoles. Gran parte de estos “indigenistas”
son extranjeros, aunque algunos también
son peruanos. Claro está, para ser justos,
hay escritores, desde fuera de la sierra que
han publicado con variado brillo sobre los
diversos aspectos del clamoroso estado social
y económico de los nativos, especialmente
andinos y selváticos. Vargas Llosa en su estudio
sobre la obra de José María Arguedas ha hecho
un excelente análisis crítico sobre los literatos
peruanos que se ocuparon del indigenismo.
Nunca, sin embargo, como sucedió en el Cusco
de las décadas del 1920 al de 1940, como lo
expuesto magistralmente por intelectuales
del más alto nivel que se manifestaron desde
el interior del escenario indígena, viviendo o
conviviendo en la dolorosa realidad que los
rodeaba. Muy cierto fue lo que le dijo Luís
Valcárcel a Uriel García:”… juntos aprendimos
a sentir el Cusco mayestático e inmarcesible,
inhibiendo de lo actual las procaces sensaciones de
lo pueblerino y vulgar…”
(4)
porque, con espíritus
cultivados en el estimulante ambiente de la
cátedra universitaria supieron, por encima de
las naturales rivalidades, llevar una discusión
que hasta ahora no se agota.
En 1928 Luís E. Valcárcel, (Figura 5), publicó
su obra fundamental sobre el tema indígena
andino: Tempestad en los Andes (Editorial
Amauta, Lima, 1927) que causó un revuelo
extraordinario entre quienes estuvieron
preocupados, en esos días, por estudiar la
realidad social, económica y cultural del Perú.
Allí, ese autor -moqueguano de nacimiento
pero cuzqueño de corazón- mostró la imagen
real de la organización, social y cultural de
un enorme sector de la población nativa de
ese tiempo organizada en esa comunidad
primitiva, sobreviviente desde muy remotos
tiempos, que se llama Ayllu. Los intelectuales
limeños fueron impactados con las
sensacionales revelaciones de estas sociedades
gentilicias, los Ayllus, que sobrevivieron a toda
suerte de depredaciones, incluyendo a las de
los gobiernos de la civilización incaica.
4 Prólogo de Luis E. Valcárcel al libro La Ciudad de los Incas de J.
Uriel García (Cusco, Ed Rosas e hijos, 1924)
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Sobre todo, “La Tempestad en los Andes” sirvió
como una suerte de maniesto político para
contraponer el avance de los conservadores
cuyo adalid fue José de la Riva Agüero -dicho
sea de paso, fue el primero en hablar del
mestizaje cultural de la sierra- que basaba
su ideología peruana en los valores de la
hispanidad y de la religión católica. Para
Valcárcel, tal como lo dijo Mariátegui, en sus
Siete Ensayos de Interpretación la Realidad Peruana
(Amauta, Lima, 1930), había que contraponer
al hispanismo que promovía el culto a la
civilización de los conquistadores la otra
cultura andina, incaica, que no sólo debía ser
la admiración de arqueólogos o historiadores
sino una meta política, social y económica, en
la que los pueblos andinos pudieran encontrar
su felicidad. Una suerte de incario sin el Inca,
había que esperar un renacimiento de la cultura
ancestral para dirigir los destinos de la patria.
Resulta interesante reproducir el texto de
algunos conceptos vertidos por José Carlos
Mariátegui en el prólogo que hizo para esa
obra de Valcárcel:
….Este libro anuncia “el advenimiento de un
mundo”, la aparición del nuevo indio…Valcárcel
pone en su prosa vehemente la emoción y
la idea del resurgimiento incaico… “El nuevo
indio” explica e ilustra el verdadero carácter del
indigenismo que tiene en Valcárcel uno de sus
más apasionados evangelistas.
(5)
Hay que anotar que esta manera de pensar
fue de mucha actualidad, desde mediados del
siglo XIX, en los que el predominio de las etnias
o razas tomaba nuevos bríos, especialmente en
América, en la del norte donde la sangrienta
guerra civil por la abolición de la esclavitud
que terminó con la derrota de los sureños
blancos, racistas y esclavistas que arrinconados
reaccionaron con el sustento de las ideas de
selección de las especies de Darwin aplicadas
a la sociología. Especialmente, las extensiones
losócas de Auguste Comte o Herbert
Spencer que fueron usadas como coraza
contra el mestizaje y, especialmente, en contra
de considerar a los negros como iguales a los
blancos.
Es útil recordar que el racismo estuvo muy
arraigado en el pensamiento de mucha gente
importante en la Europa. Nada menos que
Marx y Engels defendieron la invasión yanqui
a México sobre la base de una supuesta
degeneración biológica del pueblo mejicano.
(6)
En la América del Sur fue usada para destacar
la impronta de la civilización occidental;
especialmente, en Argentina con Domingo
Faustino Sarmiento, con su ensayo Facundo
5 Mariátegui, José Carlos: Prólogo a Tempestad en los Andes
(loc. cit.).
6 Tomado de Marxism in Latin America, (1968, Alfred Knopt,
New Cork), donde en las pp. 66-67 se traduce al inglés las cartas
intercambiadas entre Engels y Marx sobre asunto de la guerra
entre Estados Unidos y Méjico, en 1847. Por ejemplo, Engels
le dijo a Marx: In America we have witnessed the conquest of
Mexico, and we are happy about it. For a country which until now
hasbeenbusy exclusivelywithits ownaairs,perpetually torn by
civil war… for such a country to be dragged into historical activity by
force is indeed a step forward
Figura 5. Luis E. Valcárcel (1891-1987) Gran historiador del
pasado incaico peruano, arqueólogo y maestro universitario.
Uno de los adalides del estudio social de los peruanos
andinos. (Archivo JUG).
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o Civilización y Barbarie
(7)
, sobre el dilema de
los pueblos americanos para identicarse con
el pensamiento de la cultura occidental. Esta
manera de pensar tuvo en el Perú una curiosa
variante, en la segunda mitad del siglo XIX
apareció un movimiento político y losóco
de darwinistas sociales, propiciados por
banqueros, grandes hacendados y mineros del
salitre. Fueron los “positivistas”, fundadores
del primer partido político del Perú, que se
llamó “civilista”. Propiciaron, entre otras cosas,
el dominio de los blancos sobre la base de
importar inmigrantes europeos para mejorar
la raza.
El “nuevo indio”, para los indigenistas extraños
a las serranías, en las descripciones brillantes
de Valcárcel sobre los nativos andinos fue el
descubrimiento que intuitivamente esperaban
para promover el desarrollo de un importante
sector del Perú. Había que oponer a la “raza”
europea de los hispanistas otra que produjo los
asombrosos logros de un imperio como el que
desarrollaron los Incas. Lo interesante de todo
este revuelo es que el adalid del hispanismo, o
sea de conservadorismo o derechismo, don José
de la Riva Agüero, en su viaje a las serranías,
desde Lima hasta el Cusco -recorrió, a caballo,
todo el ámbito de lo que se denomina como
“la marcha india”- postuló la mezcla de las dos
culturas, como un símbolo nacional.
Para mayor abundamiento, Valcárcel, como
los fundadores del comunismo de 1848, estuvo
de acuerdo con considerar al mestizo biológico
-producto del cruzamiento de españoles
con nativos - como un ser despreciable y
degenerado. En las aldeas serranas próximas a
las comunidades nativas donde se desarrollan
los Ayllus habitaban los llamados cholos,
7 Sarmiento, Domingo Faustino: “Facundo, Civilización y
Barbarie en las Pampas Argentinas”, 4ª. Edición. Paris: Librería
Hachette y Cia,; 1874.
que medraban en las haciendas y vivían en
perpetuas borracheras. Coincidió con Pedro
Paz Soldán y Unánue, cuando en su diccionario
de peruanismos denió al cholo, como “Una de
las castas que infestan el Perú...
(8)
Al contrario, hay que anotar, con rigor histórico
que Mariátegui, al comentar los avances que
Uriel García publicó en la revista Amauta sobre
sus puntos de vista, que iba a expresarlos en
su obra, por publicarse, en el que avizoraba
que el mestizaje tendría un rol importante
en el desarrollo de la cultura de los pueblos;
inclusive la incorporación de los inmigrantes
europeos, asiáticos y negros.
(9)
En 1930, apareció, editado en la prestigiosa
y bien equipada casa editorial H. G. Rozas,
de Cusco, (una muestra más del progreso
cusqueño), el libro fundamental del punto
de vista de José Uriel García (Figura 6),
8 Paz Soldan y Unanue (Juan de Arona). Diccionario de
Peruanismos. 1938, Reeditado por Biblioteca de Cultura
Peruana. Paris: Desclee de Broker; 1938:170-172.
9 Mariátegui, José Carlos. Siete Ensayos de Interpretación de la
Realidad Peruana, Lima: Biblioteca Amauta; 1930: 256-257.
Figura 6. José Uriel Garcia (1884-1965). Maestro universitario.
Sociólogo ensayista. Autor de «El Nuevo Indio» que conmovió
la búsqueda de la identidad nacional por el mestizaje cultural y
genético de los peruanos. (Archivo JUG).
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contestatario de esa interpretación sociológica
del “nuevo indio” que, tan explícitamente,
fue expresada por Mariategui en el prólogo a
Tempestad en los Andes, como ya hemos dicho.
Vale decir, que apareció este otro “nuevo
indio”. García, comenzó su debate sobre el
punto de vista genético de la interpretación de
la realidad indígena desde la primera frase del
prólogo:
Nuestra época ya no puede ser el resurgimiento
de las “razas”, que en la Antigüedad crearon
culturas originales, ni del predominio
determinante de la sangre en el proceso del
pensamiento y, por lo tanto, de la historia…No
será por la eugenesia, únicamente, sino más que
todo por la educación y el cultivo de las almas,
por el intercambio de ideas, por la creación
artística, por los grandes hechos de los hombres,
que resurgirá entre los pueblos americanos una
cultura valiosa y original…
Uriel García, como lo ha dicho Mario Vargas
Llosa, dice: El “Nuevo Indio” no ha perdido
vigencia. Leerlo pone al día un punto de vista que
desafortunadamente no ha sido desarrollado sino
de manera incipiente por los modernos sociólogos,
politólogos o economistas. Tampoco ha perdido la
frescura de los ensayos sobre las costumbres, los
pueblos y los paisajes de la serranía andina.
Es así que la obra de José Uriel García es
un ensayo sociológico de interpretación
de la cultura andina; escrita con claridad y
concisión. Ha sido elogiado, por personajes
como Ricardo Rojas, Leopoldo Lugones,
Fausto Burgos, Pablo Neruda, Raúl Porras
Barrenechea, Fernando Belaunde Terry, Jorge
Puccinelli, José de la Puente y Candamo, Luís
Nieto y Mario Vargas Llosa. Su Nuevo Indio
no pretendió ser un estudio de corroboración
cientíca de sus observaciones de sociología
sino una interpretación anímica, casi poética,
de la realidad sur andina.
Así, por ejemplo, el Ayllu para Uriel García era:
… la familia andina patriarcal característica, simple
y cerrada como un electrón o pequeño universo,
aprisionado entre montañas, que ha sobrevivido a
todos los cambios de nuestra historia, con la misma
perennidad inconmovible de esos montes donde
arraiga. Creación de los Andes, el ayllu es tan original
como la vicuña o la llama, como el quishuar
(10)
o el
molle, como la andesita de nuestros monumentos.
Prehistoria eterna, asiste desde milenios atrás al
drama de la evolución americana agazapado sobre
las lomas o sumido en el pajonal collavino, ni más
ni menos como esas rocas que se inclinan sobre el
abismo… La organización arcaica del ayllu
estuvo en esos años literalmente petricada
No podía esperarse otro destino, como la
evolución socioeconómica de la región lo ha
demostrado; mejor dicho, que era imposible
que la organización del ayllu sirviese como
fuente de inspiración para el progreso. (Figuras
7 y 8).
10 Quishuar es un árbol frondoso. Buddleja incana Ruiz &
Pav. perteneciente a la familia de las budlejáceas. Sus ores
son usadas para elaborar tintes y su tronco, por la dureza de
la madera, es empleado en la elaboración de distintos utensilios
y materiales. Además, sus hojas tienen propiedades
medicinales. Fue considerado sagrado para los incas.
Figura 7. El alcalde de un Ayllu, con su familia; era
conocido como Varayoc. Ese denominativo en el quechua
castellanizado quiere decir: “el de la Vara”. Todo un símbolo
del mestizaje. Se trata de una fotografía rmada por Martín
Chambi, en una transparencia, montada en un vidrio, de 4 x
5 cm. (Archivo JUG).
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Más adelante, en El Nuevo Indio, García, analizó
el proceso de la transculturación basada en
la asimilación, simultánea e irreversible,
por las mentes de nativos y de invasores, de
los europeos y los andinos, en el escenario
majestuoso y agreste (con el signicativo
vocablo de “paisaje”), en el que se encontraron.
Para que no cupiese la menor duda de su
punto de vista frente al torrente de escritos de
los “indigenistas” que exaltaban el signicado
histórico del Incanato o incario, dejando de
lado el mestizaje cultural, hizo una extensa
disquisición entre el real signicado de los
vocablos incanidad e indianidad, Se lee allí:
Lo incaico es, pues, la forma concreta y clara,
 denidaya la par grandiosa, en que devino la
indianidad, ese poder sólo interior la línea
convulsa que trazaba sobre la piedra el brazo del
 artíce…Vinolaconquistaespañolaysedeshizo
esa forma, se apagó la lumbre ideal de aquella
vida; la apoteosis del Héroe, como la de todos
 loshéroesfuelamuerte.Tuvonlahistoriade
los incas y con ella la “vida incaica”, que halló
su tumba entre los escombros de la tragedia…
Otro falseamiento del “inkario” es aquello de
tomar por incaicos a nuestros indígenas
actuales, así como en sus costumbres, como en
su arte, religión, etc. Si siguen en el pasado no
es precisamente en el pasado incaico, que se
deshizo por completo con la conquista española,
porque su valor máximo era sólo político y social,
sino están en el tiempo indiano, en lo primitivo,
Nadie hasta entonces, cuando se publicó El
Nuevo Indio, se atrevió a despojarse de un
pueblerino chauvinismo para juzgar el real
contexto de la conquista realizada por un
grupo de ignorantes aventureros. Ahora se
sabe, con mayor precisión que en los tiempos
que escribió García su estudio, no se conocía
que dos factores simultáneos facilitaron la
caída del gobierno incaico: la ayuda prestada
a los españoles por los nativos de los pueblos
sojuzgados por los incas y la desorganización
de los cuadros de gobierno producto de tres
epidemias apocalípticas - desconocidas
para el sistema inmunitario de los nativos
de todo el continente americano- importadas
por los europeos. Estas fueron la viruela,
el sarampión y la gripe, las que causaron
pánico por la aparición de esas horripilantes
enfermedades, que por igual atacaban a
todos los estratos de las poblaciones nativas,
especialmente en la regiones de Méjico y Perú,
donde existían centros poblados densamente
hab. Especialmente la viruela una aterradora
enfermedad; cuyo impacto en el devenir
de la historia de la “conquista” hasta ahora
no sido apropiadamente estudiada.
(11)
Estas
11 McNeill, William H.: Peoples and Plagues. Anchor Books
Editions, 1970. Aquí este profesor de historia demuestra
el hecho en el que dos puñados de aventureros pudieron
conquistar dos imperios bien organizados. La respuesta es
que la aparición de tres enfermedades virales viruela,
sarampión y gripe –desconocidas a los sistemas inmunitarios de
los nativos - diezmaron a los pueblos nativos. Así
desorganizaron los gobiernos y facilitaron las invasiones
europeas en América de Norte y del Sur.
Figura 8. Acuarela de autor desconocido mostrando
una escena una la calle de un Ayllu. Aquí se muestra
el trabajo comunal que caracteriza a estas sociedades
(https://www.google.com/search?q=el+ayllu+nucleo+
social+andino&source=lnms&tbm=isch &sa)
Acta Herediana vol. 62, N° 1, enero 2019 - junio 2019
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enfermedades producían gran mortandad y
terror; lo que fue astutamente utilizado, por
los invasores, para hacer creer a los nativos que
la horripilante viruela era un castigo divino
del Dios occidental por no someterse a sus
designios. Es bueno aclarar que los invasores
europeos, en todo el nuevo continente,
descubierto por Cristóbal Colon, eran
sobrevivientes, naturalmente inmunizados, de
las plagas virales que allí antes no existieron.
Pero fueron portadores sanos de dichas plagas.
El único cronista, fuera de Huaman Poma
de Ayala
(12)
, que hemos podido encontrar
que se ocupó sobre las enfermedades nuevas
que mataban a los nativos con esas nuevas
enfermedades es Alonso Gonzales de Nájera,
quien estando en la región Suroeste de las
Andes (Chile), contó de modo desinhibido:
Pues es cosa de maravilla ver que conocidamente
12 Huaman Poma de Ayala, Felipe: (Óp. Cit.) p.: 114 Sobre la
muerte del emperador Huayna Capac dijo; ...murió en la ciudad
de Tumi de sarampión y birguelas y de la temerosidad de la muerte
se huyó de la conversación de los hombres y se metió dentro de una
(cueva de) piedra ...
se van acabando los naturales tan de prisa por
contagiosas dolencias con que Dios les hace llegar a
la sorda con ellos...
(13)
(Figuras 9 y 10).
Como sea, lo dijo García:
Uno de los aspectos de nuestra historia que ha
 sidomaljuzgadohasta hoy es el que se reere
a la conquista de América. Y ese malentendido ha
generado criterios de estimación – exaltados,
unas veces, depresivos, otras – sobre la época del
dominio español, llámese coloniaje o virreinato…
unos prorrumpen líricas declamaciones sobre la
13 Alonso González de Nájera. Desengaño y reparo de la guerra
del reino de Chile. Estudio biográco, edición, notas lológicas
e históricas de Miguel Donoso Rodríguez. Estudio preliminar y
notas históricas de Rafael Gaune Corradi. Santiago: Editorial
Universitaria; 2017.
Figura 9. https://www.Un caso de viruela que se puede ver
en el archivo Google. Es de suponer el pánico que causaban
las horripilantes lesiones de esta nueva enfermedad para los
amerindios.
https://www.google.com/search?q=smallpox&source=lnm
s&tbm=isch&sa=X&ved
Figura 10. Una signicativa escena de la acción devastadora de
las enfermedades que diezmaron a los nativos, supuestamente
propiciadas por designio divino. Huaman Poma de Ayala, Felipe:
Nueva Crónica y Buen Gobierno. 1936, Institut D’Etnology, Paris,
pp.: 401-402. Chay manan allin cha’ska onqoyniyunqui (Esa mala
estrella te enferma).
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“madre España” creadora de los pueblos
americanos, como si el Continente, en el momento
en que fue descubierto, hubiera sido una selva
virgen donde Europa prolongó su historia…
mientras otros, siempre poseídos del mismo error,
se desatan en invectivas contra el conquistador
a quien toman como a un bárbaro destructor de
los monumentos autóctonos, como si la
conquista hubiera sido una expedición
arqueólogos e incanistas…
(14)
En 1930, decir todo esto fue como una herejía,
con categoría de blasfemia, a los oídos de muy
respetables y prestigiosos adalides situados
en uno y otro bando de la discusión sobre la
identidad nacional. Se necesitaba para articular
estas ideas una buena dosis de valentía.
La parte sustancial de El Nuevo Indio está tratada
en los capítulos dedicados a los fascinantes
aspectos de la realidad social y cultural del
Perú contemporáneo que, a pesar del tiempo
transcurrido, no han perdido actualidad; por
el contrario, adquieren ahora una vigencia que
puede denominarse ecuménica. El mestizaje
cultural, el hallazgo de un denominador común
es válido para casi todas las comunidades del
mundo, con masivas inmigraciones.
El primer episodio de la conmoción telúrica
producida desde el advenimiento de los
conquistadores y de los elementos vitales
que éstos trasladaron al nuevo domicilio, es
el que se reere al paisaje o valor emocional de
la perspectiva… Así, con ese adecuado manejo
del ensayo literario puntualizó, García, el
impacto del medio ambiente sobre el humano.
En los años treinta se desconocía los estudios
sobre la biología en las altitudes, en los seres
vivientes, especialmente en los humanos que
detentan cambios en su estructura anatómica
y siológica. El hombre o mujer que habita,
14 García, J, Uriel: “El Nuevo Indio” El Proceso del Neoindianismo
–La conquista”.
siendo nativo o inmigrante, en alturas que
varían entre los 2 500 a los 4 200 metros sobre
el nivel del mar es diferente anatómica y
funcionalmente. Se trate de un escandinavo
o un chino, el ventrículo derecho del corazón
se hipertroa, hay cambios estructurales
en arterias del pulmón, los sensores para
detectar cambios del oxígeno en la sangre
están agrandados, en n, hay multitud de
otros cambios, que bien pueden considerarse
como de adaptación. A esto se suma el entorno
geográco. La presión barométrica es mucho
menor que a nivel del mar, por ello la atmósfera
es diáfana, también hay mayor exposición a la
luz solar, con cambios climáticos radicales que
ocurren en reducidas distancias, se encuentra
vegetación abundante, uno admira al mismo
tiempo lo majestuoso del lecho de un río en un
valle templado y cuando alza la vista penetran
en las pupilas montañas con nieves perpetuas.
Ese es el “paisaje”, en los Andes, que además
de fascinante, tiene el “valor emocional de la
perspectiva”.
Había que distinguir entre el invasor que
vino a la región andina a llenar las arcas del
rey y las suyas propias para regresar cuanto
antes, después de la depredación, al seno de
su madre patria y ese otro inmigrante español
que penetra en los Andes con ánimo de jarse
para siempre ya no es un “extranjero”, porque
pierde su imagen patria y se arranca el nexo con su
historia… En esto coincidió con Riva Agüero;
pero, avanzando mucho más profundamente
y de manera desinhibida continúa, García:
El “conquistador” es un inmigrante urgido de
aproximarse a la tierra y de poseerla. En cuanto
ha llegado a la india para perennizar en la prole ya
está sometido al ritmo indiano y fatalmente ungido
a otro destino... De su amor con la india nacen el
cholo y la chola, que a su vez vienen a ser también
padres de la nueva indianidad.
El hecho notable de la tesis de José Uriel García
Acta Herediana vol. 62, N° 1, enero 2019 - junio 2019
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es que existe un mestizaje esencialmente
cultural. Notó que los miembros del ayllu que
eran reclutados a la fuerza, con tácticas de
rodeo de ganado, una vez que eran dados de
baja se convertían en los “nuevos indios”. En
efecto, ya eran otros porque en los cuarteles
habían sido alfabetizados, que conocieron el
valor del dinero y cambiaron de vestimenta.
Pero, además, contestó a los que denigraron
o despreciaron a los mestizos, fuesen ellos
culturales o biológicos. En el análisis que
hizo, en la segunda parte del libro que aquí se
comenta, hay uno de los más bellos ensayos de
interpretación de lo que debe entenderse como
el mestizaje. Cuando, por ejemplo, describe el
signicado de la chichería, a la que denominó
“la caverna de la nacionalidad” … brasensible
de la aldea, tumultuosa pasión de la plebe serrana.
Es la lepra del “poblacho mestizo” o el síntoma
del “pueblo enfermo”. Nada de eso. Vivienda
prehistórica, cueva troglodítica, hogar cordial del
hombre primitivo y espontáneo que engendra el
alma nacional y que sigue produciendo junto a
la historia y acaso dentro de nosotros mismos...
Principalmente es un conservatorio de música
nativa… allí se indianizaron el violín, el arpa y
el pífano. En ese ambiente enardecido más que de
alcohol, de emotividad tormentosa, el arpa eólica
de otras épocas y otros mundos acompaña la copla
sensual…
En toda la segunda parte del Nuevo Indio se lee
diferentes aspectos que el mestizaje cultural,
precisamente en la sierra, desde el primitivo
Ayllu hasta las ciudades como Cusco, Arequipa
o Puno se produce una “manera se ser” que
caracteriza al habitante de las regiones andinas,
Hay que tener en cuenta que descendientes
de ingleses, radicados en el sur del país, se
compenetran del ambiente, diríamos la cultura
y la incorporan a su patrimonio intelectual,
hasta hablan con dejo serrano. Los hay Smith
o Jeerson, de segunda y tercera generaciones,
biológicamente europeos, que culturalmente
son o eran nuevos indios. Lo mismo, como
ya se dijo, los hay amerindios, genéticamente
puros, que han asimilado la cultura occidental
con resonante éxito, como los grandes Julio C.
Tello y Martin Chambi. Grandes, cada uno en
su especialidad.
El Cusco, según el punto de vista del “nuevo
indio” es un ámbito geográco en el que
convergen personalidades impactadas por
eso que García llamó indianismo. Al llegar
al escenario y aceptar la realidad de la
desaparición de una “raza”, con todo el cortejo
de aditamentos culturales, se compenetra
de un modo de ser distinto y se arraiga al
medio. Debe existir una suerte de hálito que
realmente atrae, encandila a los poetas. La
inmigración de extranjeros, tomado el vocablo
como adaptados al ambiente cuzqueño, en
los últimos tiempos, se ha incrementado de
manera notable. Eso mismo ocurre en otras
zonas serranas de la región andina.
Para concluir hay que tomar en cuenta que la
mejora sustancial de la salud pública en las
ciudades de la costa, por la desaparición del
paludismo y la ebre amarilla, producto de un
brote fugaz de buena salubridad, en décadas
de 1950 y 1960 del siglo anterior, se produjo
una migración uniformemente acelerada de
los nativos andinos hacia la costa en busca de
nuevos horizontes, que comenzó poco después
de 1950.
En 1975, diez años después de la desaparición
de José Uriel García, el autor de esta nota,
le solicitó al no menos célebre y supuesto
opositor de la discusión sobre la identidad
nacional, a don Luís E. Valcárcel para que
escribiera el prólogo para una nueva edición
póstuma del Nuevo Indio. Las ideas vertidas
por este intelectual no hacen sino corroborar
la alta calidad académica y, sobre todo,
Acta Herediana vol. 62, N° 1, enero 2019 - junio 2019
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humana del autor de Tempestad en los Andes.
Entre otras cosas allí escribió sobre los puntos
de vista de cada uno: Muchos creyeron que se
trataba de un enfrentamiento entre Uriel y yo,
pero, nunca tuvo ese carácter. Fueron dos puntos
de vista que caracterizaron a uno y otro libro.
Mientras yo hablaba y presentaba a los indios de
las comunidades y los pueblos, Uriel ofrecía su
creación del nuevo indio. Yo entendía que el indio
era uno solo, pero Uriel anticipándose en años a
la aparición del “otro” indio de este que vemos en
Lima, que ha conquistado la Tres Veces Coronada
Villa, rodeándola en todas direcciones… Uriel,
al trasladarse a Lima, fue testigo de cómo estos
hombres antiguos se convertían en su “nuevo
indio”. Aquí estaba vivo y pleno de actividad
creadora. El indio peruano es hoy un ejemplo para
todos los pueblos oprimidos. Puede liberarse del
tutelaje por su propio esfuerzo… Ahora podemos,
sin exagerar, que esos mismos “indios nuevos”
están silenciosamente “invadiendo”, con su
capacidad creativa chola a Madrid, Sevilla
o cualquier ciudad del mundo, que frente a
la intolerancia racial y al fundamentalismo
religioso político muestran una gran
capacidad de adaptación.
En el Nuevo Indio y otros escritos que García
escribió avizoró la carga de fuerza creadora
del mestizaje. Por lo bien escrito y las
connotaciones de un verdadero “nuevo indio”,
no uno salido del primitivismo sino de la
mezcla de dos culturas con prescindencia del
origen genético de los personajes. El análisis
que hizo sobre las características sociales de la
chola y la india tienen el mérito adicional de
haber pronosticado la transformación que se
puede ver en estos tiempos:
La potencialidad orgánica del pueblo mestizo,
así como su aptitud creadora de arte popular,
se potencia y se desborda en la chola… La
chola es la que engendra, junto con el hijo
que lo alumbra en cualquier parte y de cualquier
modo, el alma del pueblo, de ese pueblo fusionado
en unidad y simplicidad original entre el indio
y el criollo… Mientras la india tradicional,
madre de la chola, conserva su pureza primitiva,
su alma reacia y nómada, en constante fuga
del tiempo, la chola – siendo también entraña
cavernaria de la nacionalizad reciente – es la
fuerza orgánica rejuvenecida que danza
desenvuelta y sin miedo camina hacia la ciudad
y hacia el presente…
Así de enaltecedora fue una visión serrana de
la nacionalidad que está demostrando ante el
mundo una vitalidad arrolladora. Ese será el
Perú del cercano futuro. Con gran entusiasmo
vemos que el progreso invasivo de la
informática está “mestizando” al Perú. Sobre
todo, el teléfono celular y, un poco menos, la
computadora electrónica. Los cholos, varones
y mujeres usan, con destreza, las intrincadas
virtudes de los “celulares”. En los lugares
más exclusivos del país ya deben existir
“nuevos indios”, con piel blanca, asimilados
culturalmente al mestizaje.
correspondencia:
ugarca@yahoo.es