Acta Herediana vol. 63, N° 1, enero 2020 - junio 2020
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Este trabajo tiene el propósito de dar a conocer
la inspiración que tuvieron los cirujanos
del Perú prehispánico, especícamente los
mochicas, para mejorar la calidad de vida de
los amputados. Así mismo, dar a conocer la
destreza que tuvieron los ceramistas de esa
gran civilización para plasmar en sus obras,
con una veracidad impresionante, a hombres
con prótesis en reemplazo del pie que le fue
amputado.
Prótesis de madera en el Pie amPutado
El uso de prótesis en los miembros inferiores
data del antiguo imperio egipcio. Así mismo,
las fuentes iconográcas testimonian el uso de
prótesis en la época del imperio grecorromano.
En el año 2013, en Hemmberg, en el sur de
Austria, se encontró un esqueleto de un
guerrero del siglo VI DC al que le faltaba el pie
izquierdo, por encima del tobillo. En su lugar,
un anillo de hierro y restos de madera fueron
recuperados e interpretados por Binder como
una prótesis que reemplaza el pie perdido.
(1) En Europa representa uno de los ejemplos
más antiguos de reemplazo protésico de
extremidades asociado con el esqueleto de su
usuario, nos dice el mismo Binder.
Las primeras evidencias de uso de prótesis
en reemplazo de un pie amputado en los
aborígenes peruanos se observan en ceramios
de la civilización Mochica. Con el propósito
de disminuir el grado de minusvalidez que
presentaban los amputados, las hábiles manos
de los cirujanos mochicas ingeniosamente
confeccionaban y aplicaban prótesis de
madera en reemplazo de un pie amputado.
Esta prótesis permitía, con cierta comodidad,
reintegrarse a sus actividades cotidianas o, por
lo menos, integrarse a otras actividades en las
que pudieran desempeñarse aceptablemente;
es decir, mejoraba en ellos la calidad de vida.
La primera evidencia osteológica del uso de
prótesis en los aborígenes del Perú, fue dada
a conocer en 1913 por Lizardo Vélez López. (2)
Este médico peruano describió un esqueleto
moche sin pies, desenterrado en Mocollope
en el valle de Chicama. El esqueleto fue
encontrado con prótesis de madera, puestas
sobre las extremidades distales de las tibias y
peronés, Describió las prótesis como copas de
madera revestidas en su interior con lana. Las
supercies inferiores de las prótesis estaban
desgastadas, lo que indicaba que habían
sido usadas por un periodo de tiempo. Las
tibias presentaban una morfología normal,
sin evidencias de inamación, infección u
otra patología. El doctor Vélez armó que el
esqueleto correspondía a una persona que
sufrió la amputación de ambos pies, que estos
fueron cercenados no como consecuencia de
una enfermedad sino, probablemente, como
una forma de castigo. Lamentablemente, Vélez
no publicó fotos ni dibujos del esqueleto o
de sus prótesis, ni se conoce la ubicación del
material que fue estudiado.
Ceramio que representa a un hombre cercenado
del pie transportándose en un camélido.
Cerámica mochica. Museo Etnográco de Berlín.